A lo largo de mi trayectoria me tope con diferentes realidades, todas con problemáticas diferentes, pero hasta ahora, no me había tocado evidenciar una realidad inmersa en el Síndrome de Diógenes.
Con el equipo de Fundación Basura más cinco voluntaries llegamos a la primera jornada de voluntariado, aproximadamente a las 11:00, a la comuna de Pudahuel, para la limpieza de un departamento que estaba lleno de residuos de todo tipo, acumulados a lo largo de los años. Pensamos que sabíamos a lo que nos íbamos a enfrentar, pero al llegar ahí nos dimos cuenta que la realidad era mucho más cruda, no solo por la cantidad de residuos, ni por el estado de estos, sino por el síndrome que había detrás de toda esa acumulación.
Según lo que nos cuentan vecinos, vecinas y familiares, la persona que allí vivía se mantuvo solitaria en su domicilio durante muchos años, acumulando todo tipo de objetos. Además, tenía entre 10 a 15 perros que no sacaba a pasear, por lo cual, el olor que emanaba de ese espacio era bastante fuerte. Estábamos en presencia de un hogar de condiciones insalubres, solitarias e inseguras, debido al Síndrome de Diógenes. Este síndrome, también llamado “mal de Diogenes” consiste en la necesidad de acumular cosas u objetos de forma excesiva, debido a que el individuo cree que estas pertenencias le servirán de algún modo en el futuro, y además le entregan una sensación de seguridad emocional. Este escenario de acumulación para la persona que sufre el síndrome no significa un problema, y por ende, no busca ni quiere recibir ayuda.
En total, realizamos tres jornadas de voluntariado para la limpieza, dispersadas en cuatro semanas.

Acompañamos el proceso lo que más pudimos, quitando los residuos del departamento con palas, chuzos y escobas, y sin embargo, quedaba mucho por hacer aún. La gran cantidad de residuos y elementos que allí se encontraban, más la falta de personal de apoyo durante las jornadas atrasó el proceso. 
Tuvimos que usar protección de la cabeza a los pies, cuidarnos a nosotres como voluntaries, mientras intentamos ser un soporte para la familia afectada. Y, aunque estuvimos allí, como Fundación Basura nos sentimos sin los recursos ni las herramientas necesarias para abarcar todo lo que conlleva el Síndrome de Diógenes, en tanto limpieza, comprensión y soporte familiar.Esta situación es compleja, pero, por lo mismo, importante de relevar. Si bien nos encontramos con un caso en particular, estamos ante un contexto de ansiedad y cambios en la salud mental de las personas, debido a la pandemia, las cuarentenas y todo lo que eso significa para una persona y su comunidad.

Este hecho, nos hace reflexionar sobre la situación de abandono que existe como precedente para que una persona llegue vivir en ese estado tan catastrófico. Creemos firmemente que deberían implicarse muchas más partes que solo la familia cuando estamos en presencia de una persona con Síndrome de Diógenes, los municipios, organizaciones de salud mental y la comunidad, formando una red de apoyo.
Todos tenemos el derecho de vivir dignamente. Visualicemos la existencia de estas situaciones, para transformar la realidad de estas personas, preocuparnos de la Salud Mental, tomar conciencia sobre la producción y consumo desmedido, como una alerta porque esto nos afecta a todas y todos.
Referencia: https://www.centroalianza.cl/blog/sindrome-diogenes