No es un misterio para nadie que el ser humano ha transformado la forma en que se relaciona con su entorno, lo que ha producido consecuencias y cambios en nuestra forma de vida, tanto a nivel local como global. Sin embargo, una de las más preocupantes es el impacto que ha producido el proceso de globalización, la industrialización y el cambio climático sobre la biodiversidad, especialmente con relación a la extinción de especies.

Si bien la extinción de especies es un proceso natural que data de antes de la aparición del ser humano en la tierra, no podemos negar que el actuar de la sociedad ha incrementado el riesgo en cuanto al declive de especies. Por ejemplo, de acuerdo con el “Informe Planeta Vivo” elaborado en el año 2020 por la organización “Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF)”, durante los últimos 50 años las poblaciones de mamíferos, aves, peces, reptiles y anfibios han disminuido en 68% en promedio. En esta misma línea, y en base a información de la “Plataforma Intergubernamental de Ciencia y Política sobre Biodiversidad y Servicios de Ecosistemas (IPBES)”, se expone que la tasa global de especies extintas ya es por lo menos diez a cientos de veces mayor que la tasa promedio en los último 10 millones de años y que sigue acelerando. Además, se deja de manifiesto que un 75% de los ecosistemas terrestres y un 66% de los marinos ya están “gravemente alterados”, y que un 85% de los humedales que existían en 1700 se han perdido. 

En el informe realizado por IPBES en donde se presenta información con respecto a los impulsores de los cambios en la naturaleza se exhiben cinco impulsores directos que han afectado y que continúan siendo factores clave en la temática de extinción de especies. Estos son: Cambios en el uso de la tierra y el mar; Explotación directa de organismos; Cambio Climático; Contaminación; y Especies exóticas invasoras. 

Esta columna, de conmemoración por el Día Mundial de los Animales, no tiene la intención de ahondar en conocimientos específicos, ni datos al respecto del problema que estamos abordando, si no ejemplificar el estado de la situación y entregar un mensaje de concientización y esperanza para que cada uno de los lectores visibilice el problema en cuestión y pueda, desde sus propios esfuerzos, colaborar e impactar positivamente desde su espacio personal. Para ello es que dejaremos las siguientes recomendaciones o acciones que pueden ser un aporte tanto para ti, como para la naturaleza que te rodea. 

Desde tu casa puedes optar por la promoción de las buenas prácticas agrícolas o agroecológicas, o bien, comprar o consumir alimentos basados en mercados donde se comercialicen en este tipo de productos. Siempre será una buena opción disminuir la cantidad de productos de origen animal en tu alimentación, y en caso de no ser posible, puedes optar por consumir alimentos provenientes de mercados fuera de la industria, como por ejemplo la pesca artesanal. Por último, pero no menos importante, puedes contribuir a disminuir la contaminación y el cambio climático integrando prácticas como el repensar lo que consumes, reutilizar y reciclar los artefactos y elementos mal denominados como basura, y compostando los residuos orgánicos que generas de tu alimentación, ya sea en tu domicilio o en composteras o vermi-composteras comunitarias, siempre con el ánimo de incentivar estas prácticas y que mas gente se sume al cuidado del planeta y de nuestro hábitat.

Escrito por Carlos Molina

Fuentes: 

• https://www.wwf.cl/?365991/Extincion-de-especies-un-peligro-para-la-biodiversidad-y-el-planeta
• https://news.un.org/es/story/2019/05/1455481