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Declaración Pública sobre el CoProcesamiento

Ante la publicación del 22 de Octubre 2020 “Combustible a partir de residuos, Coactiva apunta a aumentar tasa de coprocesamiento a un 30% al año 2025” realizada por País Circular: https://www.paiscircular.cl/industria/coactiva-apunta-a-aumentar-tasa-de-coprocesamiento-a-un-30-al-ano-2025/

Alianza Basura Cero Chile declara lo siguiente:
El Coprocesamiento (quema de residuos cuyas cenizas son incorporadas para la fabricación de cemento) NO es un proceso sustentable, NO genera energía sustentable, y es un procedimiento ALTAMENTE CONTAMINANTE, lejos de la economía circular.

¿Por qué el Coprocesamiento  NO es Sustentable?

Porque fomenta la generación de residuos, no la prevención. 

Al usar los residuos como combustible se genera una demanda por ellos, lo que lejos de incentivar la reducción de la generación de residuos en su origen, incentiva la producción de residuos para que luego puedan ser usados como combustible.

Porque alimenta el sistema de producción lineal que destruye la naturaleza

Porque por cada elemento que se incinera/quema, debe fabricarse uno nuevo con materias primas, en lugar de materiales reutilizados, lo que hace necesario un flujo constante de bienes naturales generando múltiples impactos locales en los procesos de extracción, manufactura, transporte y consumo. 

Porque compite con el reciclaje.

Aunque digan que sólo quemarán los residuos no reciclables, eso nunca se cumple, y en todas las partes del mundo donde se incineran residuos también se destruyen materiales reciclables, dejando a las y los recicladores de base sin empleo o dificultando enormemente su trabajo.

Porque la contaminación no desaparece, solo se transforma y se invisibiliza

Al quemar desechos, como cosméticos vencidos o que están por vencer, fármacos, tabaco, fitosanitarios orgánicos, billetes que salen de circulación; productos de la industria de alimentos, residuos que son decomisados en el aeropuerto por el SAG; insumos médicos, material proveniente de laboratorios farmacéuticos, entre otros, se generan impactos ambientales importantes y persistentes, que se transforman en cenizas y en gases a ser invisibilizados como en rellenos sanitarios especiales para la disposición de cenizas, y para el caso de los gases, algunos se volatilizan en CO2 equivalente, contribuyendo al calentamiento global y en gases tóxicos nocivos para la salud del ser humano (con antecedentes de enfermedades respiratorias, algunos tipos de cáncer, entre otros), y para los ecosistemas urbanos y ecosistemas naturales.

La industria ha sido insistente en intentar convencer sobre la inocuidad de la incineración y/o sus derivaciones argumentando mejoras tecnológicas que asegurarían la inexistencia de emisiones riesgosas para la salud humana y el medio ambiente.
Para lograr esto, suele transmitir al público y a las autoridades la idea “mágica” de que las plantas incineradoras/coprocesadoras “hacen desaparecer” los residuos, en circunstancias de que estos -en consistencia con el primer principio de la termodinámica, sobre conservación de la materia (“Nada se crea nada se pierde, todo se transforma”) -se transforman en otras sustancias aún más peligrosas que los residuos originales. De esta manera, y especialmente en el caso de plantas de gran tamaño y residuos heterogéneos y con alto contenido de aire y agua, como ocurre con los residuos sólidos urbanos, la incineración es fuente de generación de:


• Cenizas (volantes y de fondo) (Aproximadamente el 25-30% del peso de los residuos)
• Emisiones gaseosas y de material particulado
• Efluentes líquidos
• Lodos de tratamiento
• Residuos de filtros

Porque contaminan el aire. 

Las plantas de coprocesamiento/incineración utilizan filtros para atrapar las partículas tóxicas de mayor tamaño antes de que sean liberadas al aire por los conductos de humo con catavientos; sin embargo, dichos filtros no capturan el 100% de estas partículas ni tampoco pueden
atrapar aquellas más pequeñas conocidas como nanopartículas. 

Por consiguiente, las nanopartículas -que contienen variadas toxinas, de acuerdo a los desechos quemados- se liberan a la atmósfera, donde son dispersadas por los vientos decantando tarde o temprano sobre el suelo, agua y plantas. Luego se bioacumulan en los organismos vivos, entrando de este modo en la cadena alimentaria. Esto conduce al desarrollo de enfermedades crónicas en un área geográfica mucho más amplia que las inmediaciones de la planta y por largos períodos de tiempo. 

Varios estudios han confirmado que mientras más pequeñas son las partículas, más peligrosos son los efectos que causan en la salud, ya que su tamaño diminuto permite que penetren el cuerpo humano de manera más profunda y rápida. 

De hecho, la Organización Mundial de la Salud ha declarado que no existe ningún nivel seguro de exposición a las nanopartículas y que se han encontrado efectos negativos para la salud en concentraciones sorprendentemente bajas. 

Principales contaminantes potencialmente emitidos por plantas incineradoras, de coprocesamiento o similares:

  • Dioxinas y Furanos 
  • Pcbs 
  • Cadmio 
  • Arsénico 
  • Cromo 
  • Mercurio 
  • Plomo 
  • Gases ácidos 
  • Material particulado 
  • Hidrocarburos aromáticos policíclicos (PAHs) 
  • CO2 equivalente

Porque el coprocesamiento contamina más que la incineración directa de residuos

La industria cementera ha utilizado históricamente el carbón y otros combustibles fósiles para alimentar sus procesos industriales. Sus instalaciones y las normas de emisiones que se les aplican, están pensadas para la quema de carbón y derivados, no para incinerar residuos que contienen una composición mucho más compleja. Producir energía a partir de residuos genera mucho más gases de efecto invernadero por unidad de energía que la producción a partir del carbón. 

Porque lo que no podemos o no queremos ver nos está matando, es urgente que dejemos de invertir energías en minimizar impactos y apostemos colectivamente por solucionar progresivamente  los problemas, pero de raíz.

La incineración en cualquiera de sus formas es parte del problema, no de la solución.

Alianza Basura Cero Chile. 

Ovalle, Monte Patria, Santiago, Valparaíso, Concepción, Temuco, Chonchi, octubre de 2020.