El pasado 21 de agosto tuvimos el honor de conversar con Marcel Szantó. Académico de la Facultad de Ciencias del Mar y Geografía de la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso (PUCV). Además a sus estudios se suman: Doctor Ingeniero Caminos, Canales y Puertos, Máster en Contaminación Ambiental, Ingeniero de Caminos, Canales y Puertos en la Universidad Politécnica de Madrid.

Siguiendo el ejemplo de su padre, Marcel quería estudiar ingeniería y luego de diversos trabajos como profesor de matemáticas y acomodador de un estadio, comenzó sus estudios en Ingeniería en Construcción Civil en la Pontificia Universidad Católica de Valparaíso.

Marcel, sus inicios y los residuos

Marcel Szantó tuvo un fallido intento para entrar a la universidad por primera vez, ya que como cuenta “el puntaje no le dio”. Pasó un tiempo y tuvo una oportunidad para entrar a la escuela que anhelaba, la Facultad de Construcción Civil. Además, cuenta que en su trabajo de acomodador en el estadio de Valparaíso conoció a Sergio Gonzalez Muñoz, quien le daba bastante propina.

“Lo encontré ahí (a Sergio) en la universidad, me dijo ¿usted qué hace aquí? (…) yo vengo a entrevistarme con el director de la Escuela de Construcción Civil, le respondí. Me dijo “no te preocupes, soy yo” y él me entrevistó y quedé en la escuela. Más adelante yo fui director y lo hice mi colaborador hasta sus últimos días”.

El interés de Marcel por los residuos nace cuando estaba estudiando en la PUCV, en la entrevista cuenta que mientras asistía a clases un profesor le dijo “debes mirar donde los demás no”. En ese instante comenzó a fijarse en el suelo y en cómo la basura era recogida. Con la ayuda de una bibliotecaria, pudo aprender sobre este tema y comenzó a preguntarse “¿por qué se produce? ¿por qué la desperdiciamos? ¿no tiene valor?” y desde ese momento sus amigos le dieron el apodo del crazy de la basura.

La pandemia y el ahora

“Yo tengo la sensación de que por mucho rato el mundo se quejaba y nos pedía algo y todos intentábamos hacer algo (…) nos amenazaban con el cambio climático y de repente apareció algo tan sencillo que se llama virus y nos puso en jaque. Nos dijo espérense, miren el (río) Sena hoy día está transparente, miren a los animales que entraron a la ciudad como para decirnos cuidado, esto era mío”, cuenta Marcel Szantó en la entrevista.

Marcel reflexiona sobre lo que le ha enseñado la pandemia, preguntándose a sí mismo, ¿comemos todos igual? respondiendo que fue necesaria una pandemia para darse cuenta quienes eran los que no tenían para comer.

“Cuando tú haces algo tienes que pensar en el otro. El otro tiene el mismo frío, la misma temperatura, el mismo horizonte. Hoy día todos estudiamos la contaminación del agua, estudiamos la contaminación del suelo, pero ¿del aire? El aire lo tienes que tomar como esté y donde esté. El aire para todos es igual, no es ni socialista, ni comunista, ni demócrata cristiano. Hice un receptáculo hace muchos años en España y puse “que no lleguemos a esto” a tener que comprar aire envasado y hoy día casi estamos en ese punto”.

Por otro lado, Marcel cuenta en la entrevista que la actual crisis sanitaria producto del COVID-19 puede significar un castigo para las generaciones mayores, ya que no fueron capaces de prever el desgaste del mundo. “El mundo ha mejorado, crece, pero ¿qué vamos a hacer? cada vez hay menos suelo, menos agua”.

Por último, la reflexión del entrevistado hace énfasis en el poder hacer con menos lo que actualmente se hace gastando mucho. Hablamos de que usando menos terrenos, menos comida, menos agua se pueda ofrecer una buena calidad de vida a las personas que habitan este mundo. Ese es el desacople que sueña Marcel Szantó.

Marcel y el futuro

“Pienso que el futuro tiene una sola palabra que nos va a mover y empujar y se llama solidaridad”, responde Marcel Szantó a la pregunta sobre cuál es su visión del futuro. La educación forma parte importante ya que, promueve la solidaridad si se educa para entender que todos somos iguales, que podemos competir para ser todos mejor y quitar la individualidad. 

La economía circular juega un papel importante en el futuro querido por Marcel, comenta que: “para la transición a la economía circular, debe haber un cambio de conducta. No todos quieren, ninguna empresa “vende billetes de mil a peso”, todas quieren ganar y ¿cómo ganan? en el modelo económico lineal”. El experto hace énfasis en que las empresas solo podrán colaborar con el medioambiente cuando se deje de lado “la picaresca” de hacerse presentes en la responsabilidad extendida o la sustentabilidad. El verdadero cambio vendrá cuando se haga el cambio de conducta y se comience a solidarizar con el medio ambiente.

“Las empresas son rápidas en vestirse, en adaptarse, pero siempre con el ojo en los indicadores económicos”.

Finalmente, Marcel Szantó reflexiona: “el futuro que yo veo es que la educación sea la base de igualdad que nos permita a cada uno ocupar una parte de este rompecabezas, que es uno solo y todas las piezas son importantes”.