Concurso Literario: Basura en palabras – Fundación Basura
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Concurso Literario: Basura en palabras

¡Atención a todos los escritores y escritoras! El concurso literario «Basura en palabras» celebra su primera versión y queremos invitarles a participar enviando un texto de no más de 100 palabras que refleje una crítica social, experiencia, pensamiento o reflexiones sobre la basura a hola@fundacionbasura.org hasta el día 7 de mayo de 2023 a las 00:00 hrs. Es importante revisar las bases de postulación antes de enviar la obra, ya que deben cumplir con ciertos requisitos para ser elegibles.

Este año, el distinguido jurado está compuesto por Exequiel Medina, Ing. Civil Industrial, asesor de prospección tecnológica de INACAP, gestor cultural y editor de poesía en Trizadura Ediciones. de Trizadura Ediciones; Francisca Lucero, Educadora de párvulos y diplomada en economía circular. Creadora de @vidasustentablechile; Pamela Poo, Politóloga, Magíster en sociología, autora del libro «Punto de inflexión: Crisis climática y ecológica» y la directora ejecutiva y fundadora de Fundación Basura, Macarena Guajardo.

Ganadores

Primer Lugar: Libro Rehacer lo Des(h)echo, , Libro Guía para pequeños guardianes del planeta, 3 libros Trizadura Ediciones, 1 Libro Pamela Poo: Punto de Inflexión, 1 cepillo de dientes de bambú electrónico + repuestos + pasta de dientes Biorigen.

Vacío

Las manos se aglomeran a mi lado, los viajes son convulsionados y los movimientos de las mochilas llenas, me revuelven el estómago. Llegué al fin a mi destino, vacío por dentro, mis restos descansan en un tarro  lleno al tope de otros como yo. Siempre digo esto de ser envase de yogurt nunca me ha gustado. 

Patricio Sebastian Muñoz, 60 años, Santiago.

Segundo Lugar: Libro Rehacer Lo Des(h)echo, Libro Basura Cero con Esperanza.

El mono de nieve

Coyhaique siempre se paraliza para la primera nevazón, las clases se suspenden, las personas juegan y hacen monos de nieve. Hubo uno que, a pesar de los días, el viento y el sol, siguió en el mismo lugar. Tenía un corazón transparente, extenso, delgado y fino, que no latía ni se descomponía. A pesar de que su blanco cuerpo se derritió, su corazón incoloro quedó ahí, en la plaza, abandonado e intacto. El corazón de polietileno siguió ahí, por los siguientes 400 años viendo como Coyhaique acumula más corazones sin descomposición.

Karina Ocampo, 31 años, Coyhaique,

Tercer Lugar: Libro Guía para pequeños guardianes del planeta

Volabas

Volabas por el aire, no pude evitar detenerme en tu movimiento, rítmico, como de medusa en el mar, de una belleza particular. Los autos pasaban por encima tuyo y luego te volvían a levantar. Me dieron ganas de rescatarte de entre ellos y recogerte, estabas como nueva: una bolsa común, pero no tan común, ya que estuviste por miles de años formándote, algún día fuiste un animal prehistórico, antes de eso fuiste alimento, plantas, fuiste partículas, átomos, fuiste parte de una estrella. Mereces respeto y volver a ocupar un lugar especial en el ciclo de la materia y la vida.

Constanza Elmes, 28 años, Ñuñoa, región Metropolitana

Premio del Público, elegido a través de votación popular en nuestro canal de Instagram

Sacar la basura de la mente

Era una ciudad ruidosa y caótica, donde el aire era espeso y la basura inundaba las calles. Catalina caminaba de vuelta a su casa triste, cansada y preocupada después de consultar al doctor. Fluoxetina para la depresión y clonazepam para la ansiedad. Al poco tiempo, el basurero de su habitación se convirtió en un vertedero de fármacos y de ilusiones de cambio. La acumulación de desechos como metáfora social del estrés, una pila de problemas que no sabemos cómo enfrentar con destreza. La basura es un gran símbolo de nuestra sociedad, un reflejo de nuestra forma de vida y mentalidad. 

Carolina Belén Mora Troncoso, 29 años, Viña del mar.

Finalistas

Cuento sin título y con amor

“Este año llovió suficiente, volverán a cantar los arroyos” dice la abuela Elena sonriendo, y yo, en silencio agradezco que ya sus ojos no pueden ver. El agüita viene bajando, cantando, salpicando, despertando las semillas, haciendo reverdeSer la Vida. Qué alegría para los niños, para los animales, para las madres. Y qué encuentra al llegar a los pueblos, a las ciudades?  Plásticos, muchos plásticos, latas, baterías, chatarras… ¡Qué raros estos humanos!, piensa sin detenerse y llevando con ella lo que alcanza su caudal a arrastrar queriendo llegar pronto con sus regalos hasta el mar.

Magdalena Sota, 52 años, limache, V región 


Una Carta para las personas del futuro no se olviden

Todavía me acuerdo de la tierra, los bosques llenos de plástico, el mar con islas de desechos, el aire sucio como siempre. Pero la parte más común era ver basura por todas partes pero no siempre fue así según mi abuelo. Él me contaba que antes era todo tan hermoso y ahora nada es como antes. Yo sé que a él le habría encantado que yo viviera como en el pasado pero ya me acostumbre. Antes decían que no hay planeta B, pero ahora vivimos en Marte y no es tan malo solo espero que la historia no se repita.

 joaquín escudero soto , rancagua, 16 años

La Basura y su andar

Voy camino al Cajón del Maipo, lleno de esperanza por camino al volcán, levantando la mirada al cielo, buscando algún Cóndor en mi andar. A la orilla del camino veo, una caja tetrapack, me entristece la basura y los desperdicios que ella deja en su pasar.

Pablo Chaña, Puente Alto, Santiago de Chile, 29 años

Enriquito y basurita

Enriquito vivía en un pueblo donde la gente, era desordenada y desaseada. Una noche pasó una estrella fugáz y Enriquito pidió un deseo, su deseo fué el que la gente sea agradable y limpia con su pueblito. A la noche siguiente un pequeño personaje se apareció en su patio, este personaje se llamaba Basurita y le encantaba comer la basura. Enriquito y Basurita limpiaron por la noche el pueblo dejando reluciente y bien presentable. Al amanecer los moradores se sorprendieron lo bonito que era su pueblo limpio y se comprometieron con Enriquito y Basurita a mantenerlo hermoso y resplandeciente.

Orlando Javier Cargua, 42 años y mi hijo de 8 años, Quito-Ecuador